martes, 24 de noviembre de 2009

Los masoquistas también aman

Mucho tiempo sin actualizar, y es que suceden cosas de pronto que te pueden "despistar" de lo realmente importante. Y bueno, en estas semanas ha habido conciertos, un poco de cine, un poco de todo, pero nada demasiado reseñable o al menos que captara demasiado mi interés para escribir en el momento.

Y bueno, entre las últimas lecturas que he comenzado últimamente (tengo una "mesa de lectura" actualmente con más de diez libros, algunos con fecha de reenganche indefinida) está un libro de RE/Search, Bob Flanagan: Supermasoquista. RE/Search es una imprescindible editorial de temas de subcultura y underground y cosas de esas. Es un clásico de los ochenta, pero muchos de sus temas son tremendamente actuales. Tengo varios de sus libros (que yo sepa no se han traducido al castellano) y todos ellos son muy interesantes, tocando temas que van desde la modificación corporal a la cultura industrial, sin olvidar monográficos sobre algunos de mis escritores preferidos como Burroughs o Ballard. Digamos que su linea editorial era muy de mi interés.

En este caso es una biografía de un personaje muy curioso, al menos por llevar al frente público no sólo su lucha contra la enfermedad que le consumía, la fibrosis quística, sino también su particular método de lucha, la búsqueda del placer masoquista. El libro se compone de varias entrevistas y recortes de prensa sobre el protagonista. Teniendo en cuenta que el contenido es muy íntimo, ya que se habla de las experiencias más privadas, los primeros impulsos, los recuerdos más humillantes y los primeros escarceos con el mundo del dolor (torpes y risibles a veces, ya que al principio era ajeno al mundo s/m), el resultado es natural, nada pretencioso, en ningún momento se tiene la sensación de leer algo de alguien que dice: "Miradme, que morboso y que raro soy". Aparte, claro, del exhibicionismo esperable de cualquier artista, como Robert Flanagan es, y especialmente alguien que ha hecho de esa sexualidad su materia artística principal. Muy recomendable. Como ejemplo del tono del libro, leer como Bob intercala su búsqueda de una expresión artística junto a sus explicaciones de como clavaba su escroto a una tabla. También destacar la humanidad de Flanagan, que es enorme, y su calidad como persona. Es un tipo buena persona, para nada alguien que de ningún tipo de miedo.

Y en realidad el mensaje enlaza con otra reciente lectura, Una Defensa del Masoquismo de Anita Philips, libro para mí menos defendible por su calidad, pero que al fin y al cabo también pretende hablar de, discutir y mostrar, otros modos de vivir la sexualidad. Creo que cuando la normalidad de la homosexualidad se vaya asumiendo, la siguiente batalla será hacer entender que hay otro tipo de acuerdos entre adultos que consienten, y que es un terreno en el que la sociedad no debe juzgar y mucho menos las leyes intervenir.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Philip K. Dick y Blade Runner

Me emocionó, al ver un documental sobre Blade Runner, como Ridley Scott explicaba la reacción de Philip K. Dick cuando vió un montaje corto (nunca llegó a ver la versión estrenada) con algunas escenas de Blade Runner. Le gustó lo que pudo vislumbrar, sobretodo al ambiente, y dijo que era lo que tenía en la cabeza. Aunque el autor no recibió suficiente reconocimiento en vida, al menos pudo ver como una idea suya se hacía película. Evidentemente los conocedores de la novela Sueñan los androides con ovejas eléctricas saben que la adaptación no era muy fiel, era algo más libre, pero creo que ayudó a K. Dick en su ilusión por el resultado el hecho de no verla entera. Y esta foto me parece enorme.