miércoles, 31 de marzo de 2010

I'm Here de Spike Jonze

Mediometraje presentado en Sundance que me ha dejado llorosa como una magdalena. Tiene sensibilidad e inteligencia, y satisface todas mis fantasías infantiles sobre historias de robots con alma (Asimov no era muy emotivo precisamente en sus historias de robots, Astro Boy ama a todo el mundo y el niño de AI era insufrible). El aspecto menos tech que artesanal, y el hecho de que no se sitúe en una sociedad futurista, hace que se pueda conectar quizás mejor que si fuera ese el caso. Es una historia de amor entre robots muy intensa en su simplicidad, y con un protagonista que tiene el aspecto desamparado de "El ser del planeta X". No se puede contar mucho más sin estropearlo, solo puedo decir que es muy recomendable y una historia preciosa, de mucho nivel. Espero que la gente, sobretodo por aquí, se olvide de prejuicios y deje de colgarle el sanbenito de cineasta para modernitos. Estoy segura de que el tiempo le pondrá en su lugar. Por cierto, se puede ver gratis online pinchando este link.

lunes, 29 de marzo de 2010

El Radar se salva otra vez de la persecución

Buena noticia: me alegro por Sevi y el apoyo de los testigos (clientes y artistas vinculados al bar) ha sido crucial. Pero sigue pareciéndome una locura que sea el acusado (el local en este caso) el que tenga que demostrar que la música que se pone no está vinculada a la asociación de derechos de autor demandante, en lugar de lo contrario. Lo que sería sensato es que, como mínimo, no amenazaran con multas y posterior juicio a ningun particular, empresa o entidad sin demostrar PREVIAMENTE que la música está sujeta a derechos de autor. Mi bar favorito de música electrónica (y único en Europa por su naturaleza e integridad) ha sido absuelto de nuevo en un juicio del que copio la info de El País. Lo de "música del maestro Corberó" va a pasar a los anales XD:

Nueva sentencia en España sobre los derechos de autor. El Bar Radar ha sido absuelto de la demanda interpuesta por las entidades de gestión de los productores fonográficos (AGEDI) y de los intérpretes o ejecutantes (AIE).

Radar (Electronic Sounds Bar ) es un templo de música electrónica en Madrid, que regenta Manuel Sevillano.

Desde hace muchos años, el bar es el centro de reunión de gente interesada en música experimental, que intercambia, comunica públicamente y remezcla piezas sonoras de lo más curiosas: desde el sonido de una máquina de hielo, animales salvajes, puertas que chirrían y electrodomésticos. La propia sentencia dice: "Especialmente significativa, respecto al tipo de música del bar, fue la declaración del testigo Javier R., quien manifestó que había llegado a poner sonidos de la máquina de hielo y del congelador, concretamente la denominó, "música del maestro corberó".

AGEDI y AIE demandaron a Radar y le reclamaron la remuneración equitativa que les corresponde, en su opinión, por la comunicación pública de esta música en el bar Radar. La sentencia, fechada el pasado 18 de marzo, absuelve al local porque el derecho reclamado por las discográficas y los intérpretes sólo se cobra si el creador de la obra es uno de sus socios. Es decir, si éstos gestionan ese repertorio. El juzgado de lo mercantil número 5 de Madrid ha condenado en costas a los demandantes, una sentencia sobre la que cabe recurso. Es la tercera ocasión en que un juez rechaza este tipo de demandas. Las dos primeras fueron las sentencias de los gimnasios Vámbora y Curvas.

Más info de naturaleza jurídica aquí. Radar, te amamos.

domingo, 28 de marzo de 2010

Va de cerebros

Una de mis temáticas favoritas en el cine es el tema cerebros. Cerebros con vida propia, autónomos, conservados, manipulados... en definitiva, jugosas masas grises que están fuera de su ámbito o situación normal. Pues hoy en Barcelona podremos ver cosas como esta:

THE BRAIN FROM PLANET AROUS (Nathan Hertz) - 1957

O esta:

THE BRAIN THAT WOULDN'T DIE (Joseph Green) - 1959

Y totalmente gratis. Organizado por la gente de Spooky Prom, en el AUDITORIO LES BASSES
C/ Teide 20 (entrando por detrás) - Metro L5 Vilapicina, de 18:30 a 22:00. Es una de esas sesiones en las que se puede vociferar y reir a carcajadas. La selección de pelis es bastante curiosa como siempre.

Todo esto me recuerda a algunas de mis películas favoritas: Donovan's Brain, a otra en la que los cerebros eran seres invasores extraterrestres que saltaban al cuello de los humanos (verles moverse en grupo era hilarante) de la que no recuerdo el nombre... Y El hombre con dos cerebros con Steve Martin, que no tiene nada que ver con las otras pero a mí me ha hecho reir muchísimo. Pues lo dicho, esta tarde a disfrutar.

sábado, 27 de marzo de 2010

Texas Sci-fi, Miscelänea 26/03/2010

Empiezo las vacaciones con un no desagradable concierto de Texas Sci-fi en el Miscelänea. Y que no sea desagradable es lo más positivo que puedo decir. Electrónica en la onda Raster-Noton, pero en la que desgraciadamente el elemento imitativo pesaba mucho más que la creatividad o la búsqueda de un estilo propio. No ayudó mucho a mejorar mi impresión el hecho de que hubiera tres personas en el escenario (esto no es un show rockero), las visuales de mal gusto o que el público jaleara los momentos en los que los beats se aceleraban. Para hacer música como alguno de los Raster-Noton no basta con sonar parecido, es necesario tener una sensibilidad parecida, un background similar y una finura determinadas.

Sí, en efecto, un poco exagerada la comparación que vi en la publicidad del evento con gente como Alva Noto o los Pansonic. Y es curioso que la pequeña indignación debida a eso y también a la aparente satisfacción del público (¡hay que escuchar más música electrónica!) haya hecho que me pusiera a escribir para criticar negativamente. En los últimos meses en cambio he visto tres de los conciertos que más me han impresionado en toda mi vida y no he sido capaz de escribir nada sobre ellos. En la onda rock, Melvins y Sunn 0))), y dentro del mundo música culta/contemporánea, que es más que otro mundo otro universo en el que se aplican ya otras reglas de valoración, The Arditti Quartet en el Auditori. Estos conciertos han sido para mí experiencias muy potentes, y supongo que precisamente por la impresión causada me es difícil expresarlo en palabras.