lunes, 26 de enero de 2009

Reflexiones sobre el Estado de las Cosas en bcn / Obmuz

Bueno, parece que ya ha terminado esta locura conciertil (por el momento). Y es que me hace gracia como siempre nos quejamos del lugar donde vivimos y de su supuesta falta de actividades. Como alguien recién aterrizada a Barcelona desde Madrid, como quien dice, puedo asegurar que, como mínimo, en Barcelona hay más lugares donde poder llevar a cabo eventos. De momento, con programación más o menos frecuente de actuaciones de música electrónica (no de club, ni de baile, hablamos de otras propuestas) llevo contados: Niu espai artístic, Bar Miscelánea, Bar elèctric (a éste se suman otros del ámbito de Gràcia), Convent de Sant Agustí... Y sé que también hay otros locales/espacios como La farinera del Clot, y ya no cuento salas clásicas donde se puedan ver conciertos como el Sidecar. Total, que no está tan mal la cosa. No sé si ésta reciente impresión de actividad es un espejismo, pero lo cierto es que me parece bastante esperanzador. Y festivales como el ya consolidado LEM o el joven y estimulante Nonològic también son un buen indicador de que al menos hay ganas de hacer cosas.
En Madrid, últimamente tenia la sensación de que sólo existe La Casa Encendida (centro cultural de Caja Madrid) como lugar, y, a pesar de que no quiero quitarle mérito y gracias a su existencia hemos podido ver a grandes nombres de la electrónica internacional en buenas condiciones y a precios muy baratos, he sido testigo de la casi imposibilidad por parte de gente en Madrid muy preparada y más informada que los responsables de La Casa Encendida (que son asesorados por "externos" en materias electrónicas) de montar cosas. Además la existencia de este lugar ha sido en parte contraproducente. La gente se ha malacostumbrado, y sabiendo que pueden ver a gente por tres o cuatro euros, ya no pagan por verlos si éste mismo concierto lo monta gente independiente. Y es que estamos hablando de una entidad bancaria, a ver como se puede competir con eso. Y como las subvenciones sólo las dan al cine español malo o a la revista Belio, pues se cierran las opciones. De todos modos sobreviven iniciativas muy valientes y arriesgadas como el festival Sónikas, relacionado con la Asociación Cultural CRC, con la que he tenido el honor de colaborar. Aquí estamos hablando de verdaderos seguidores y conocedores de este tipo de música, con una perspectiva de años, lo que les da una visión pre-internetera del asunto (otro dia profundizaré más en eso), y que han perdido dinero de su propio bolsillo apoyando cosas en las que creen de corazón. De todos modos tampoco me atrevo a criticar mucho a La Casa Encendida porque gente que conozco colabora con ellos, lo que hace, otra vez, que tenga que admitir que las elecciones son buenas, aunque sólo sea porque se han sabido relacionar con los mejores (como Andres Noarbe, de Rotor discos). Y joder, porque es en el único sitio que se me ha pagado en condiciones por pinchar.
Respecto al concierto de Obmuz del pasado viernes. En primer lugar, que lugar tan bonito, realmente bonito para montar cosas es el Convent de Sant Agustí. Parece que ya empieza a haber una tradición de montar cosas en cuevas, bodeguillas, y otros sitios con piedra. En cuanto al concierto: puede sonar de una ignorancia tremenda, pero me va apeteciendo ir a un concierto con sus temas estructurados, aunque no necesariamente pop. O sea, temas que por abstractos que sean, o aunque estén enlazados, tengan su propio cuerpo o vida. Pero todo esto es debido a mi ignorancia y falta de experiencia en el tema improvisación. Realmente los tres componentes de Obmuz son buenos, cada uno por su lado. Pero vuelvo a tener los mismo problemas que tuve en el concierto del pasado miércoles de Aixònoéspànic. La bateria de Quicu Samsó apenas me dejaba disfrutar de los momentos brillantes de Eli Gras o Alain Wergifosse. Noté instantes de feeling y entendimiento entre los dos últimos y de pronto la magia desaparecía. De hecho la parte que me gustó más es la del final, o las contadas veces en que la batería desaparecía. Yo me volví a quedar con ganas de escuchar más a gusto los sonidos de Wergifosse, que para mi gusto quedaban casi ocultos. Lo mismo puedo decir de Eli y su bajo. Afortunadamente a ésta última la he visto muy recientemente (el pasado mes de diciembre, dos veces) en concierto en Barcelona. Lo que hace en solitario me gusta mucho, es espontáneo, libre de cierta "carga" que tienen otros músicos demasiado influidos por la electrónica más fria y computerizada, es una óptica diferente pero no menos brillante. Y Wergifosse es un maestro. O sea, que lo que a mi me hubiera gustado es verles a los dos juntos. Y aclaro, es un tema totalmente de gusto, no echo en cara falta de calidad en absoluto, sólo carecer de las herramientas necesarias para acercarme a un concierto de este tipo. Mi experiencia, aunque ya de años yendo a conciertos, es más en el campo de la idm, lo experimental, lo minimal... Y adoro a CAN, Neu, y otros grupos similares, pero su uso de la batería era diferente, maquinal. Que yo que sé. Y todo esto no quita que considere que haya sido un privilegio ver una propuesta así otra vez reunida después de más de diez años sin tocar.

viernes, 23 de enero de 2009

La polémica de la portada de U2/Richard Chartier

Cuando el propio Richard Chartier (en su blog) desea ya echar tierra por encima de la polémica suscitada por la supuesta copia de una de sus portadas por parte del equipo de diseño del nuevo disco de U2, veo que hoy el tema aparece en el diario Público. Evidentemente es un caso de David contra Goliath, y para mí si existe el plagio, no sé si legal, pero sí artístico. Por pequeño y desconocido para el gran público que sea el sello de Chartier, y para muchos es un referente de la música actual, evidentemente eso no evita que quien sea puede "inspirarse" en uno de sus artworks para crear una portada, por muchos permisos que tenga para usar la fotografía. La comparativa en cuestión, siendo la de la izquierda la portada de Chartier y la de la derecha la de U2:De todos modos la conclusión es la misma: es feo, o indicador de poca creatividad. En la casualidad no creo, los diseños del sello donde suele editar el artista, 12k, son muy prestigiosos y más me parece que nos encontramos ante creativos que no son tan creativos y se han visto inspirados por algo ya existente, pensando que nadie se daría cuenta. ¡Y eso que les pagan unos peces gordos!. Quizás precisamente por eso. Siempre lo original y creativo en cualquier disciplina empieza en lo underground, lo pequeño, en la gente que luego verá menos reconocido su talento, para ser luego absorbido y adaptado por lo mainstream. Pero es que las cosas son así.

Estupores varios

En un estado de estupor me ha dejado leer hoy éstas declaraciones de Ana Botella a propósito del liderazgo por parte de su marido José Maria Aznar en Nueva York de la cumbre de escépticos del cambio climático: "el planeta está al servicio del ser humano porque el ser humano es el centro". Esa sensación inicial se ha visto sustituida por un ola de indignación que me sacudía. Y mira que ya pensaba estar protegida contra los despropósitos de la élite que controla nuestras vidas.... A ver, por culpa de cosas como éstas es por lo que me pienso mucho lo de tener hijos. Yo ya sé que ésta gente piensa que el ser humano es el centro, pero nunca lo había oido decir tan clarito, sin ningún tipo de rubor. Con estos personajes ejerciendo de "centro del universo" y reyes de la creación, no nos hacen falta ni catástrofes naturales, todo se irá al garete mucho antes. Yo desde luego no me siento el centro de nada, y creo que éste punto de vista antropocéntrico es el menos indicado para tratar nuestros (graves) problemas actuales. Así se justifica la explotación extrema que ejercemos para con nuestros compañeros de planeta. Me temo que esa línea de pensamiento se puede contraer fácilmente hasta pensar no sólo en la humanidad en general como centro, sino en ellos mismos como individuos más importantes que otros, más tocados por la mano de Dios, y así, más en posesión de la verdad que los demás. Y de hecho así piensan.
Y yo que no quería hablar nunca de política, sólo de ocio, confortante ocio...
Respecto al concierto de Sons of Bronson. Lo disfruté en buena compañía y me gustó, aunque creo que el cansancio hizo que no pudiera disfrutar del todo de un estilo que creo que demanda más atención. De todos modos los conciertos ruidistas en la onda Merzbow me provocan una sensación muy agradable de aletargamiento pero no son exactamente lo que más me gusta. Muros de ruido que se pueden construir con más o menos elaboración pero en los que me falta más variedad, más estímulo. Miradlos que monos ellos aberrando (foto hecha con movil, se ve fatal, lo sé)

jueves, 22 de enero de 2009

Exceso de (buenos) conciertos

Cuando todavía no me he dignado a escribir sobre los excelentes conciertos a los que he asistido en los últimos dos meses, aparecen más y más propuestas, y da la sensación de que dejo de lado el tema del que se supone que iba a hablar más en este blog: la música.

Ayer tocó en el Elèctric de Gràcia uno de los conciertos-improvisaciones de aixònoéspànic (Victor Nubla, Quicu Samsó y Albert Guitar) con en este caso, como invitados, Albert Giménez, Juan Crek y Alain Wergifosse (venido especialmente de tierras flamencas) a la guitarra, voz, y electrónica respectivamente.
Hoy uno de los agradables reencuentros desde que he vuelto a la vida social de conciertos etc (y todo gracias a ir a un par de cosillas), el excolaborador de la mítica revista de música electrónica Self Jesus Brotons, actúa en la sala Sidecar con su grupo Sons of Bronson. Ruidismo que no he tenido el gusto de disfrutar todavía.
Y mañana Obmuz en el Convent de Sant Agustí, que promete mucho ya que el proyecto incluye a la mujer que a dia de hoy me parece de las más interesantes, junto a Rosa Arruti, del panorama local, Eli Gras, junto a los elementos que me parecieron más interesantes de la sesión de ayer, a saber, la parte electrónica (Wergifosse en esto es un talento) y de batería. O sea que promete.

Aquí va el flyer: