Segundo dia del festival Störung con unas actuaciones más que correctas. La única pega quizás el retraso en el comienzo de los concierto, que hizo que el último acabara más tarde de las doce, con el metro ya cerrado. Comenzar los conciertos a las nueve es demasiado tarde. Una observación que dejé en el tintero es sobre el lugar de realizacion de los conciertos, La Farinera del Clot, es un espacio muy bonito y adecuado para éste tipo de eventos. Esperemos que la gente apoye y vaya asistiendo a éste tipo de propuestas, ya que desgraciadamente el número de asistentes de ayer era mucho menor que el del dia anterior.
Federico Monti, ofreció un directo con laptop en la onda Raster-Noton, con desarrollos cíclicos trabajando las bajas frecuencias y la alternancia de ritmo y silencios. Nada que objetar, un buen trabajo.
Siguieron los austriacos Ritornell, un directo que disfruté mucho, no sólo por el sonido sino por el concepto detrás. Eran cuatro personas en el escenario, por lo que pone en la web del festival el duo Ritornell en sí, Richard Eigner y Roman Gerold, y acompañando en directo Gerhard Daurer y Martin Eidenberger. Ellos en la parte electrónica, éstos en la parte de percusión y visuales/máquina de escribir. Entre ellos se daba una comunicación excelente, imaginaos el percusionista con diferentes elementos y con un platillo mostrando un dominio de lo suyo excelente, y esos sonidos del arco rasgando el plato, por ejemplo, u otros elementos sonoros tratados muy ligeramente y de una manera deliciosa, no intrusiva. A ésto se suma el sonido de las teclas de una máquina de escribir de las de antes, o sea mecánica, que a la vez era el elemento visual ya que una cámara enfocaba el esqueleto de la misma (creo que se llama así a la parte que se veía). Éste elemento me pareció muy sugerente y poético, no sólo el sonido del tecleo me transportó a la experiencia que era escribir en una máquina de ese tipo (y supongo que el resto del público de mi generación o mayor pudo sentir lo mismo), sino que el puntual atasco de las teclas, la mano desatascándolas, el acompañar con una referencia la musicalidad del tecleo... fue para mí una experiencia madalenista en toda regla, casi podía sentir el dolor en los dedos ante la resistencia de las teclas. Fue bonito. El enfrentamiento entre un elemento tan analógico y ya arcaico pero a la vez familiar para bastante gente, y la última tecnología para crear música también accesible para bastante gente. En resumen, el concierto fue un caso de improvisación en el que la comunicación se da realmente, en que un elemento no pisa a los otros, en el que el resultado equilibrado está por encima del ego. Buscaré el disco.
Por último actuó Kim Cascone, y su concierto fue simplemente lo que se podía esperar por parte de los conocedores de su estilo. Su amplia experiencia en muchos palos se aprecia en su directo impecable. Cascone utiliza programas de síntesis algorítmica y materiales de sus grabaciones de campo, y el resultado no tiene la frialdad que se esperaría de un concierto de sus características, sino que es cálido y sugerente. A ver que tal hoy, tengo muchas ganas de Sébastien Roux.
Y una última nota, recordar que la semana que viene en Gijón se celebra el festival LEV con uno de los mejores carteles que he visto en años, al menos en lo que respecta a mi gusto personal: AGF (la mejor músico en su estilo), Alva Noto, Las maletas de Tulse Lupper de Peter Greenaway en su capítulo vj, Aphex Twin con Hecker, Isolée, etc. Que vale que a la mayoría les he visto más de dos y más de tres veces, pero sería una buena excusa para irse el puente a Gijón, ¿no? Se intentará ir aunque económicamente la cosa está justita.
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