Ya sabemos que desde hace unos años la calidad de la series de ficción USA está siendo altísima, en lo que representa una segunda edad de oro del formato. Otra cosa es encontrar alguna que te enganche, dentro de toda esa oferta de productos para todos los gustos. Como en el caso del anime japonés, casi hay una serie para cada necesidad y para cada tipo de público. Ahora mismo hay tres series que sigo: The Big Bang Theory, True Blood y Lost.
True Blood me parece especialmente atractiva como serie de género fantástico. Es una serie de vampiros, para empezar. Y se dice mucho por ahí últimamente que el tema vampírico es ahora un género para "jovencitas" (odio esas clasificaciones), a raíz de cosas como el éxito de Crepúsculo y con el precedente de Buffy. Pero True Blood no tiene nada que ver con estos productos.
Para mí le ha dado una nueva chispa a un tema que ya parecía que no nos podía dar ya ninguna sorpresa. Y sí, sé que está muy manido eso de decir "han dado un nuevo giro al tema vampírico". Pero es cierto. True Blood tiene sexo desbordado, muchas drogas y un sentido del humor muy, muy negro. Todo en esta serie es risible, hasta el supuesto drama. Las situaciones son a cada episodio más extremas. El romance es al límite, aparecen sorpresas constantemente, se cuela por medio elemento budú, los humanos pueden ser asesinos más sangrientos que los propios vampiros, hay otras criaturas no humanas... No deja de ser un mundo vampírico con las leyes que ya conocemos. Pero hay algunos cambios interesantes. Gracias a un sucedáneo de sangre humana fabricado en Japón, los vampiros salen al exterior, se dan a conocer, ya que su no dependencia de suministros humanos para subsistir facilita por primera vez su adaptación entre los humanos. Por supuesto, ni todos los vampiros se encuentran cómodos con esa situación, ni mucho menos todos los humanos. También se ríe de muchos tópicos del género fantástico y en especial de los clásicos de vampiros. En fin, que se pasa un buen rato. Para rematar diré que soy una persona a la que el sexo en las series/pelis no porno suele poner nerviosa. Y no por puritanismo, sino porque ese sexo estilizado, esas músicas que se eligen para acompañar la escena, y otros elementos, me parecen normalmente cursis, aburridos, una mimetización orquestada de algo que ya no es sexo ni nada (hay excepciones no obstante). Pues bien, True Blood tiene, en el episodio 8 de la primera temporada, una de las escenas de sexo que más me han sorprendido en toda mi vida. Tengo la sospecha que las novelas en las que se basa esta serie son mucho más flojas. Es una intuición. El director, Alan Ball (conocido por A dos metros bajo tierra, serie muy negra también) y los guionistas tienen que ser unos cachondos. Hay innumerables páginas de fans donde se pueden saber más sobre las campañas de marketing de la serie y otros muchos datos. Y bueno, que hace tiempo que no me lo pasaba tan bien viendo series.
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