lunes, 15 de junio de 2009

las 3 falacias del mercado inmobiliario

Sacado de idealista. La primera vez que veo una explicación clara de lo ocurrido y un reflejo de lo que muchos pensamos. Y yo añadiría también una culpabilización más clara a los compradores humildes (o sea, que compraban su vivienda habitual y única), ya que su precipitación, la poca reflexión y mala cabeza al lanzarse a la compra de un piso "al precio que sea porque alquilar es tirar el dinero" perjudica a muchos que quizás ahora podrían por fin meterse en una compra pero que no pueden por la reticencia de los bancos a prestar. Si tenemos suficiente paciencia, puede que pronto veamos como se conceden más ayudas todavía a los bancos para que presten más alegramente y todavía bajen más los pisos. Y si no, siempre queda emigrar de una puñetera vez.

Vicente J. García-Hinojal, jurista y colaborador de la gaceta de los negocios, acusa a los gobiernos anteriores de la actual crisis económica española, ya que basaron el modelo de crecimiento económico en la construcción y la recalificación de terrenos de donde se obtenían grandes ingresos. esto, unido a la bajada de los tipos de interés y la hipercompetencia de los bancos para ver quién prestaba más dinero más barato y a más largo plazo provocaron un coctel explosivo
en
su opinión, la consecuencia de todo fue que "los precios del suelo y por ende, de lo edificado, comenzaron a subir en una espiral que parecía no tener fin", lo que propició "una especie de sugestión colectiva según la cual todos éramos ricos, pues nuestro piso, que hacía unos años había costado X, ahora había triplicado su valor, si no más"
esto provocó, según García-Hinojal que "mucha gente se lanzara por la vía de la especulación inmobiliaria y muchos otros a cambiar de vivienda", lo que concluyó en varias falacias
1) muchos pensaron que eran ricos, pero según esas premisas sólo lo habrían sido aquellos que tuvieran varios inmuebles pagados y que pudieran venderlos en ese momento. la mayoría es cierto que había incrementado el valor de su vivienda, pero normalmente la vendía para comprar otra más cara, por lo que lo que tenían era cada vez una hipoteca más elevada
2) otra falacia fue pensar que las cuotas hipotecarias de entonces (cuando los tipos estaban en mínimos) iban a ser eternas. como muchos pidieron una hipoteca por el 100% o más no se tuvo en cuenta que se estaba bordeando el límite de su capacidad de ahorro y que derivaría en problemas
3) la última falacia y lo que provocó el derrumbe del castillo de naipes fue porque algunas entidades bancarias y crediticias empezaron a arriesgar más de lo aconsejable al conceder préstamos a personas que pedían más de lo que realmente necesitaban o podían pagar
la codicia invadió bancos y administraciones públicas que cada vez ingresaban más, pero García-Hinojal pregunta:
¿Es que ninguna autoridad se dio cuenta de a dónde nos llevaba esa política?
¿por qué no se puso orden en el mercado exigiendo el riguroso cumplimiento de la ley, lo que nos habría evitado la situación desesperada que tenemos?
¿por qué los españoles tenemos que pagar la codicia e imprevisión de las entidades que no supieron o quisieron hacer bien su trabajo?
¿por qué no se obliga a estas mismas entidades que con su conducta imprudente cooperaron a crear el desaguisado en que nos encontramos y ahora son culpables de agrandarlo, cerrando a las familias el crédito y a las pymes las pólizas de crédito y las líneas de descuento, a aplicar las ayudas estatales a estos fines necesarios de la economía real?
¿acaso tampoco va a intervenir la autoridad monetaria ahora?
su conclusión es que como decía Lucio Tarquino Colatino, “quien aplica mal la ley no es mejor que el culpable”

No hay comentarios: