Por favor, que alguien me diga si esto no se parece demasiado a los paisajes playeros en tonos rosados que nos vendían en los ochenta, o al menos no pretende provocar el mismo pathos... en fin. Espero no acabar poniendo fotos de cachorros de gato en un cesto entre flores. Pero me gusta pensar que la diferencia está en que ésto no está manipulado.
Después de ésta concesión, un poco fuera del espíritu del blog, a la belleza en la que todos estamos deacuerdo, nada como cambiar de tercio con otro tipo de belleza. La que se puede encontrar en lo desértico, en lo decadente, en lo devastado y en el desastre ecológico filtrado por la lente de un buen fotógrafo. Es el caso de Timm Suess, que pasó un par de dias en la zona de exclusión de Chernobyl el pasado marzo y lo explicó y fotografió en su diario de viaje. Además también grabó sonidos y videos muy interesantes. En la bitácora, muy bien escrita y muy interesante, explica ésta excursión siniestra y compara la llegada al lugar con la llegada a La Zona en la película Stalker de Tarkovski. Vale la pena ver las fotos, y éste tipo de turismo, al igual que el que se realiza a otros lugares del horror como los campos de concentración, expresan una realidad que Ballard anticipó. Siempre se dice que queremos visitar, conocer, ver imágenes, para no repetir los errores del pasado, pero yo veo poco más que la atracción ante un destino horrible que nos parece percibir en estas señales. Horrible o inexistente porque quizás no tengamos ni la oportunidad de pensar qué ha pasado mientras se nos cae el cielo encima. Pesimismo.
Después de ésta concesión, un poco fuera del espíritu del blog, a la belleza en la que todos estamos deacuerdo, nada como cambiar de tercio con otro tipo de belleza. La que se puede encontrar en lo desértico, en lo decadente, en lo devastado y en el desastre ecológico filtrado por la lente de un buen fotógrafo. Es el caso de Timm Suess, que pasó un par de dias en la zona de exclusión de Chernobyl el pasado marzo y lo explicó y fotografió en su diario de viaje. Además también grabó sonidos y videos muy interesantes. En la bitácora, muy bien escrita y muy interesante, explica ésta excursión siniestra y compara la llegada al lugar con la llegada a La Zona en la película Stalker de Tarkovski. Vale la pena ver las fotos, y éste tipo de turismo, al igual que el que se realiza a otros lugares del horror como los campos de concentración, expresan una realidad que Ballard anticipó. Siempre se dice que queremos visitar, conocer, ver imágenes, para no repetir los errores del pasado, pero yo veo poco más que la atracción ante un destino horrible que nos parece percibir en estas señales. Horrible o inexistente porque quizás no tengamos ni la oportunidad de pensar qué ha pasado mientras se nos cae el cielo encima. Pesimismo.
2 comentarios:
échale un vistazo a esto, si las imágenes de las auroras son ciertamente espectaculares no menos lo son sus sonidos: http://www.auroralchorus.com/natradio.htm
;)
Magnifico!
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